Una vez más, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) generan sospechas. Según el ente oficial, en junio la economía argentina registró un crecimiento nulo frente al mismo mes de 2011.
Mientras tanto, para consultoras privadas como Orlando J. Ferreres y Asociados (OJF) y Consultora Ledesmala actividad económica evidenció en junio una caída interanual de 3,4% y 2,3%, respectivamente.

La industria automotriz cayó en junio más del 30%. (Foto: Archivo)
(Por José Hidalgo Pallares, para La Nación) De hecho, otros informes publicados previamente por el mismo Indec permitían suponer que el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que anticipa elcomportamiento del PBI, registraría un resultado negativo en junio, como ya lo había hecho en mayo (-0,5%) por primera vez luego de casi tres años.
Por ejemplo, el Estimador Mensual Industrial (EMI), que refleja el desempeño del sector fabril, verificó en junio una caída interanual de 4,7%, principalmente por el mal desempeño del sector automotor (-30,9%), el resto de la industria metalmecánica (-7,6%) y las industrias metálicas básicas (-1,9%).
En el mismo mes, de la mano con estos resultados, la industria redujo en más de cuatro puntos porcentuales la utilización de su capacidad instalada.
También el sector de la construcción tuvo un resultado negativo en junio, de acuerdo con las propias estadísticas oficiales. El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que se calcula tomando en cuenta la demanda de insumos del sector, se contrajo 1,6%, acumulando así una caída de 4,9% en el segundo trimestre del año frente al mismo período de 2011.
Los resultados de la actividad comercial no habían sido mejores. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en junio las ventas minoristas (que incluyen las operaciones inmobiliarias, fuertemente afectadas por las restricciones a la compra de dólares) cayeron 6,8% frente al mismo mes de 2011.
Según el Indec, con el crecimiento nulo registrado en junio, en el acumulado de los primeros seis meses del año la actividad económica creció 2,5% respecto del mismo período de 2011. Este resultado, pese a ser claramente superior al obtenido por OJF (0,3%) y Consultora Ledesma (0%), se encuentra muy por debajo de la previsión de crecimiento de 5,1% que el Gobierno incluyó en el presupuesto público de 2012 y que las autoridades nacionales no han corregido.
En lo que va del año, el crecimiento acumulado del EMAE ha venido cayendo de manera sostenida mes tras mes. Las perspectivas para los próximos meses no se muestran muy alentadoras.
Según el Indice General de Actividad (IGA) de OJF, similar al EMAE, en julio la actividad económica se redujo 1,1% frente al mismo mes de 2011. OJF resalta: “La dinámica de los servicios continúa en la senda alcista, aunque con variaciones mínimas, ya que este mes se expandieron un 0,6% anual sostenido casi exclusivamente por Intermediación Financiera. No obstante, esto no alcanza a compensar el deterioro en la producción de bienes, que cayó 1,9% ligado a la menor cosecha agrícola, la caída en la producción industrial y la construcción”.
De hecho, según la misma consultora, en julio la actividad industrial se contrajo 2,3% frente al mismo mes de 2011, en lo que fue la cuarta caída interanual consecutiva. El informe destaca: “Los rubros que más cayeron siguen siendo los relacionados con la inversión en tanto que los más alineados con el consumo evidencian una dinámica más positiva”.
Los datos de comercio exterior que publica el Indec dan cuenta de la caída en la inversión, que compromete la producción de los próximos meses. En junio, las importaciones de bienes de capital se desplomaron 38% (43% en cantidad) frente al mismo mes de 2011.
El último informe de OJF sobre inversión explica la situación actual de esta variable: “En lo que va del año la inversión se contrajo un 9,6% anual, habiéndose concentrado la mayor parte de esa caída en el segundo trimestre. Esto se explica principalmente por la fuerte retracción en la importación de bienes de capital, producto de las restricciones implementadas. No obstante, la inversión en equipo de producción nacional y construcción también se está reduciendo. Esta dinámica negativa es reflejo del estancamiento que se evidencia en diversos sectores de la economía y, asimismo, compromete su evolución futura”.
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